Préstamos sin garantía hipotecaria de hasta 10.000 €

Los préstamos son productos bancarios muy útiles en gran cantidad de ocasiones; desde afrontar un imprevisto económico, hasta financiar una reforma o la compra de un coche. Conoce los mejores préstamos sin garantía hipotecaria y compara entre ellos para conseguir el producto que mejor se adapte a tu perfil.

¿Qué tipos de préstamos sin garantía hay?

Gracias a las empresas fintech, compañías que utilizan las nuevas tecnologías aplicadas a las finanzas, las posibilidades de obtener préstamos sin tener que depositar un inmueble o un bien valioso como garantía han aumentado. La variedad de productos que nos ofrece el mercado financiero ha crecido considerablemente en los últimos años, por lo que es imprescindible saber qué tipos de créditos hay y para qué sirven:

  • Minicréditos: estos productos nos ofrecen pequeñas cantidades de efectivo, que rara vez superan los 1.000 euros, en cuestión de minutos. Son perfectos para solventar un gasto inesperado como una multa o una avería en casa. Su plazo de reembolso, por lo general, es de 30 días, en los que tendremos que reembolsar el capital prestado y los intereses. Suelen ser préstamos sin comisiones cuyo precio ronda el 1,1 % diario.
  • Créditos rápidos: estos préstamos tampoco exigen garantía más allá de la personal. Su velocidad de tramitación es semejante a la de los minicréditos, aunque podremos reembolsarlos en un período de tiempo más largo. Por lo general, los pagaremos en cuotas mensuales que pueden alargarse en plazos de tres meses a cuatro años, dependiendo de la cantidad que solicitemos. El importe de estos préstamos es mayor que el de los minicréditos, pudiendo alcanzar los 4.000 euros en ciertas ocasiones y su precio está en el entorno del 6 % mensual.
  • Préstamos personales: estos productos están creados para financiar proyectos de mayor tamaño, como la compra de un vehículo, una reforma de hogar o un viaje con el que siempre soñamos, puesto que con ellos se pueden obtener cantidades de hasta 50.000 euros. Su precio está en torno al 8 % TAE y se reembolsan en largos plazos que pueden alcanzar los 10 años, en los que iremos devolviendo mensualmente parte del capital prestado y los intereses que se hayan generado en ese mes.

Dependiendo de la finalidad que le queramos dar al efectivo que pidamos, tendremos que decantarnos por un producto o por otro. Mientras que los minicréditos y los créditos rápidos destacan por su utilidad para solventar urgencias económicas, los préstamos personales nos permitirán financiar grandes proyectos, por lo que se suelen pedir con mayor calma y en un período de tiempo más largo.

Requisitos de los préstamos con garantía personal

Al tratarse de préstamos sin garantía, las compañías que los conceden tampoco nos pedirán que pongamos a una tercera persona como aval que pague si nosotros no podemos. Los prestamistas solo realizarán un análisis de nuestra capacidad de reembolso para asegurarse de que podremos devolverles el dinero.  Dependiendo de la entidad a la que acudamos  y del importe del crédito que pidamos, los requisitos podrían variar. No obstante, estas son las condiciones generales que todos los prestamistas nos pedirán que cumplamos:

  • Ser mayores de edad: aunque algunas compañías nos pedirán que superemos los 21 o 25 años de edad.
  • Residir en España de manera permanente: puesto que los productos se rigen por la legislación española y están sujetos a las condiciones del mercado nacional.
  • Ser titulares de una cuenta corriente: donde los prestamistas ingresarán el efectivo de nuestro crédito tras analizar nuestro perfil.
  • Contar con unos ingresos: estos han de ser suficientes, regulares y oficiales. Es decir, tienen que permitirnos reembolsar el préstamo de manera legal y durante toda la vigencia del contrato.
  • No tener deudas pendientes: muchos prestamistas, especialmente las entidades bancarias, rechazan a clientes si tienen impagos registrados en una base de datos de morosidad.

Cumpliendo estos cinco requisitos, podremos optar a la solicitud de cualquiera de los tipos de préstamos online que hemos mencionado anteriormente. Antes de firmar el contrato, es recomendable realizar un análisis de nuestra propia capacidad de pago del préstamo, para saber si podremos afrontar el reembolso de todas las cuotas del préstamo y evitar caer en un impago y en sus consecuencias.

¿Qué documentos necesito para obtener créditos sin garantía?

Las nuevas tecnologías nos han permitido eliminar gran cantidad del papeleo que solía envolver la tramitación de préstamos sin garantía. A pesar de ello, existe un mínimo de documentación que tendremos que entregar a los prestamistas para que compruebe nuestros datos personales y financieros y evalúe así nuestra capacidad de reembolso:

  • DNI o NIE: para confirmar nuestra identidad y que somos residentes en España.
  • Justificante de ingresos: para documentar nuestra capacidad de pago de las cuotas.
  • Extracto bancario: para que analicen nuestra capacidad de ahorro y nuestros gastos mensuales.
  • Formulario online: que rellenaremos en la propia web del prestamista.

Con estos tres documentos ya tendremos acceso a créditos personales. No obstante, algunas compañías que conceden créditos rápidos nos permitirán saltarnos la entrega de documentación con sus aplicaciones de validación de identidad. Estas apps nos pedirán acceso a nuestra cuenta de banca online y realizarán todas las comprobaciones necesarias rápidamente. De este modo, no será necesario aportar documentación y ahorraremos una gran cantidad de tiempo en la solicitud.

¿Puedo obtener préstamos sin garantía si estoy en ASNEF?

Sí. Hay compañías que ofertan préstamos con ASNEF, es decir, créditos para personas que figuren en una base de datos de impagos. No obstante, no todos aquellos con deudas pendientes registradas en un fichero de morosidad podrán obtener estos créditos. Para que nos acepten como cliente, la deuda por la que aparecemos en estas listas debe cumplir las siguientes dos condiciones:

  • No podrá superar un límite: la deuda no podrá superar un máximo de cantidad que la propia compañía fijará en función de su política de riesgo. Este límite suele rondar los 200 euros, aunque hay empresas que nos aceptarán como clientes aunque debamos 500 o 1000 euros.
  • No puede tener un origen financiero: las empresas que conceden préstamos a personas con impagos suelen rechazar a clientes cuya deuda provenga de un impago a una empresa financiera. Esto se refiere a personas que no hayan pagado las cuotas de un préstamo anterior, de su hipoteca o los plazos de sus tarjetas de crédito.

Si nuestra deuda no supera estos límites fijados por los prestamistas y proviene de una compañía no financiera, como una suministradora de luz, electricidad o Internet, podremos conseguir créditos sin garantía hipotecaria. Todo ello a pesar de figurar en un fichero de impagos como ASNEF o Experian.

Sobre esta página:

Para qué sirve esta página: el contenido de esta web está dedicado a proveer de información al visitante sobre los préstamos sin garantía hipotecaria y sin aval. En ella se aportan datos sobre los distintos productos, la finalidad de cada uno de ellos y los pormenores de su tramitación.

Fuentes: toda la información que aparece en la web ha sido obtenida de las páginas de los prestamistas y del portal de la Asociación Española de Banca.

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